Sábanas de invierno ¿franela o térmicas?
Las mejores sábanas para tu cama en invierno: ¿Franela o térmicas?
¿Qué sábanas elijo para no pasar frío este invierno? Te contamos las diferencias entre franela y térmicas
Con la llegada del invierno y del frío nos gusta meternos en la cama calentitos. En invierno es normal sentir ese frío inicial cuando entras en la cama, pero en La Novena Nube tenemos la solución para que esa sensación desaparezca lo más rápido posible con los juegos de sábanas de franela, de coralina y pirineo. ¿Sabes la diferencia entre unas sábanas de franela y las sábanas térmicas? Nosotros sí y vamos a contártelo para que puedas elegir las sábanas calentitas para tu cama esta temporada de invierno.
Tipos de sábanas de invierno
Los juegos de sábanas de invierno se caracterizan por su calidez y su suavidad al tacto además de su grado calorífico. Existen distintos tipos de sábanas en el mercado así que, vamos a hacer un pequeño resumen de las principales características de cada uno.
Sábanas de Franela
Las sábanas de franela de invierno son “las de toda la vida”, las que usaban nuestras madres y nuestras abuelas en sus camas. Los juegos de sábanas de franela son perfectos para usar en invierno. Su alto grado calorífico y su suavidad al tacto hacen que sean las sábanas de invierno más utilizadas.
Además, están elaboradas generalmente de algodón. Para ser consideradas como sábanas de franela de calidad, deben estar compuestas por un 80 o 100% de algodón hecho que hace que sean transpirables y no te hagan sudar en la cama. A mayor composición de algodón, mayor calidad. Se caracterizan por su perchado que hace que la suavidad al tacto sea más agradable. Son muy duraderas y, aunque se arrugan un poco más y tardan algo más en secarse por su composición, son transpirables y no sudas.
Sábanas Térmicas
Las sábanas de invierno térmicas, son las más cálidas del mercado textil. Aportan una enorme sensación de calor cuando entras en la cama y este gran poder calorífico lo consiguen gracias a su composición: fibras sintéticas. Son sábanas que abrigan mucho y son perfectas si no quieres pasar frío por las noches de invierno. Dentro de las sábanas térmicas existen diversos tipos, como las sábanas de coralina, las de microseda y, las sábanas más calientes, las sábanas pirineo o polar. Las sábanas térmicas son sábanas que mantienen el calor aislándote del frío y de la humedad exterior. También tienen un tacto muy agradable y afelpado y se secan muy rápido tras el lavado.
Entonces, ¿qué sábanas compro este invierno para no pasar frío en la cama?
Honestamente, cualquiera de los tipos de sábanas de invierno comentados con anterioridad podrán servirte para no pasar frío este invierno. Son sábanas de calidad que ofrecen un tacto agradable y un buen resultado para dormir calentito y durante toda la noche. Pero, sí que existen algunas pequeñas diferencias entre las sábanas de franela y las térmicas que harán decantarte por unas o por otras.
Sábanas Térmicas o de franela ¿qué decides?
La principal diferencia entre las sábanas de franela y las térmicas es la composición. Las sábanas de franela son de algodón y las térmicas son de fibras sintéticas. En este aspecto también influye la transpirabilidad ya que, una sábana de algodón es mucho más transpirable que una de poliéster. Por tanto, si tiendes a sudar por la noche, compra sábanas de franela, son transpirables y calentitas. Si no eres de sudar mucho y quieres las sábanas más cálidas del mercado, compra las sábanas térmicas.
Tanto las sábanas de franela como las sábanas térmicas son muy agradables al tacto, están confeccionadas con una calidad impecable y presentan diseños muy actuales en sus estampados y dibujos.
Elijas las sábanas que elijas, comprar sábanas de invierno como las de franela y las térmicas es la mejor solución para no pasar frío esta temporada. Puedes acompañarlas con un buen conforter, edredón o ropa de cama de invierno para dormir plácidamente y calentito. Olvídate del escalofrío por las sabanas frías al meterte en la cama en invierno con unas sabanas de franela o térmicas, con las que no quieras (o no puedas) despegarte de la cama ni de su calidez cuando suene el despertador por las mañanas.
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