¿Cómo guardar la ropa de cama de invierno?

Categoría: Organización y orden

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El verano ya ha llegado, concretamente entró oficialmente a nuestras vidas ayer mismo, el día 21 de junio, pero ya hacía tiempo que nos venía avisando. Seguro que estos días habréis tenido jaleo con cambios de ropa con camisetas y pantalones cortos pero también con la ropa de la cama. Ahora, en estas fechas, lo único que viste nuestra cama, generalmente son unas sábanas y alguna colcha o cubrecama, ¿verdad? La ropa de invierno se guarda para dar paso a tejidos más frescos y cómodos para soportar el calor del verano pero, ¿cómo has guardado tu ropa de cama de invierno? Si aún no lo has hecho, aquí te traemos unos consejos para que tus edredones, fundas nórdicas y rellenos estén perfectamente guardados y puedas utilizarlos perfectamente la siguiente temporada.

La ropa de cama es un textil que se debe cuidar y se debe mimar. Su limpieza y su cuidado van a ser unos factores importantes para alargar su uso durante años y es que cuando realizamos una inversión para comprar un edredón, una funda nórdica o un relleno nórdico queremos que esa prenda en cuestión nos dure y podamos utilizarla durante años. Cuando llega el verano, esas prendas pasan a guardarse para sacar materiales y tejidos más frescos como las sábanas de algodón o los boutis y las colchas, prendas de entretiempo muy prácticas que pueden servirte para taparte cuando refresque por la noche. Es hora de guardar tu ropa de cama de invierno.

Guardar la ropa lavada

Este consejo es un básico pero que no está de más recordar. La ropa que vayas a tardar en utilizar se debe lavar. Es muy fácil y siguiendo las instrucciones de las etiquetas tus prendas quedarán impecables.

Aunque no veamos la suciedad a simple vista, la ropa de cama sí tiene suciedad como polvo, ácaros y demás animalitos que se meten en los tejidos, por eso es importante lavar la ropa concienzudamente.

Si no te atreves a lavar alguna prenda porque ves que es delicada o no entiendes demasiado bien la etiqueta, como por ejemplo los rellenos nórdicos, puedes llevarla a una tintorería en la que te aconsejarán y te darán un servicio muy profesional para que tus prendas queden bien limpias y desinfectadas, listas para guardar y que puedas utilizar el siguiente invierno.

Elige un sitio para guardar la ropa

La ropa de cama debemos guardarla en sitios secos, lejos de la humedad. Puedes utilizar un armario específico para ello, algún altillo de armario y también es buena opción guardar tus prendas de invierno debajo de la cama en cajas o en el canapé (este último perfecto para prendas con volumen).

Para que tus prendas no se llenen de polvo y estén perfectas para el invierno siguiente guárdalas en cajas específicas y en bolsas. Será mucho más fácil de guardar y de apilar en cualquier zona donde hayas elegido guardarlo, además, quedarán más resguardadas de polvo.

Productos antipolillas

Los productos antipolillas son perfectos para guardar ropa durante tiempo. Su uso es tan fácil como poner una pastilla antipolillas dentro de la bolsa o de la caja que vayas a cerrar y listo, tu manta, edredón o funda nórdica quedarán protegidas y libres de cualquier bicho que pueda ensuciar o estropear tu ropa de cama. Además, también puedes incluir en esas cajas bolsitas aromáticas que mantengan tus prendas frescas y sin malos olores por estar en lugares cerrados.

Organizar el espacio

Más importante que el lugar donde vas a guardar tu ropa de cama de invierno es cómo guardarla, organizándote bien y optimizando tu espacio. Ahora, con el cambio de estación, es un momento perfecto para poner más al alcance la ropa de verano como sábanas y colchas y dejar en un segundo plano las mantas, las fundas nórdicas, los edredones y demás prendas de gran volumen que ocupan demasiado.

Pon en un primer nivel toda la ropa de cama que vayas a ir utilizando durante el verano para que sea más fácil cogerla e ir cambiándola durante esta época.

Un consejo que te resultará muy útil si no tienes demasiado espacio donde guardar mantas y edredones es hacerlo al vacío. ¿Te has sorprendido? No lo hagas tanto. Sólo necesitas un aspirador y una bolsa de plástico sin agujeros. Pliega bien la manta, incluye los productos antipolillas y deja una obertura donde quepa la boquilla del aspirador. Enciéndela y verás como esa manta que parecía tan grande se queda en nada. Retira el aspirador y anuda la bolsa para que no se vuelva a llenar de aire. Listo para guardar en cualquier hueco.

Si quieres tener localizadas todas las prendas, puedes organizarlas por habitaciones o poner etiquetas en el exterior de las cajas y las bolsas indicando qué hay en cada una de ellas.

Ahora ya puedes seguir estos sencillos consejos para guardar la ropa de cama de invierno en perfectas condiciones y que el invierno que viene esté perfectamente para utilizar sin preocuparse. Recuerda, guardar la ropa limpia y en lugares sin humedad y secos es principal para asegurar la durabilidad y el buen estado de nuestra ropa de cama. Ahora es tu turno, ¿qué rutinas sigues para guardar tu ropa de cama? Esperamos tus consejos.

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